La miel es una sustancia dulce que transforman y combinan las abejas junto con sustancias propias al recoger y procesar el néctar de las plantas. Es uno de los alimentos más antiguos y sagrados para las antiguas civilizaciones gracias a su valor nutritivo y medicinal.
La miel cuenta con muchas propiedades que contribuyen al proceso de cicatrización de la piel, algunas de estas propiedades es su efecto antibacteriano en heridas infectadas o susceptibles a una infección, también al ayudar a reducir la concentración de radicales libres le da una propiedad antioxidante y antiinflamatoria ya que ayuda a la reducción de especies reactivas de oxígeno (ROS).
El principal componente de la miel es la fructuosa, sin embargo, se han descubierto cerca de 200 compuestos más, como ácidos orgánicos, oligosacáridos, flavonoides, acido ascórbico, enzimas, carotenoides, compuestos fenólicos, aminoácidos, proteínas, etc. Esto convierte a la miel en una importante fuente de energía y nutrición para el cuerpo humano.
En México y el mundo, existen tantos tipos de miel como plantas en la periferia de una colmena; clasificar la miel puede ser por su geografía, por el tipo de abeja que la produce o por la flor de procedencia. Con base en estos tres criterios, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos ha registrado cerca de 320 tipos de miel